Como algunos ya saben, di a luz hace un poquito menos de un mes. Es mi primer bebé, y ya me habían avisado : la vida si se transforma por completo!
Algunas palabras claves para resumir este primer mes de vida como orgullosa mama : Felicidad inmensa, desveladas intensas, ansiedad, preocupación por hacer las cosas bien, falta de tiempo, ganas de proteger más que a su propia vida el ser que apenas llegó, transformaciones físicas, cambios emocionales, miedos, risas, dolores, ganas de apapacho…. La lista es larga y describe más o menos como me sentí. Lo que sobresale obviamente es la felicidad…!
Hoy el post es sobre un tema importante para mi : la lactancia materna. Cuando nació mi bebé, en la madrugada me lo quitaron. Lo tuve unos 3 minutos máximo, y se lo llevaron para después regresármelo a las 10 de la mañana. Yo quería una oportunidad de dar el pecho ahí mismo, con mi bebé recién nacido. Pero así no fue… A las 10 am llegó al cuarto mi bebé tan esperado, «ya comido»… Es decir que ni me preguntaron, le dieron «fórmula» sin recibir mi opinión (si saben, la «fórmula», producto elaborado a base de azucares, proteínas de leche de vaca, conservadores, que hacen engordar a los bebés como le gusta a la gente y hace creer a muchos que uno no se puede pasar de esta misma, y que la lactancia materna es opcional y ya ni tan natural…). Las mamas que deciden dar fórmula están en su derecho. Lo que una mamá decide es lo mejor para su hijo, pero que pregunten por lo mínimo…
Los primeros días que siguieron fueron realmente difíciles para mi. Amamantar no era tan facil como se veía en las lindas fotos de bebés acostados felices en el pecho de sus mamis…
Cómo…? No es un instinto amamantar? No se supone que yo como su mamá debería de saber de inmediato cómo se tiene que pegar mi bebé?
Pues no!! El ser humano ya está bien alejado de sus instintos, y una necesita una guía para saber como amamantar sin dolor. Pues aquí en México, lamentablemente, el hospital privado cobra todo así que uno busca salir lo cuanto antes, y la atención en cuanto a ayuda para lactancia materna es casi inexistente. Vinieron a dar un mini curso de lactancia, de 10 minutos, con un powerpoint impreso… Pero es mínimo. Así que me tocó sufrir una semana entera, con grietas, sangre, dolores insoportables, lágrimas cada vez que le daba pecho a mi pequeñito… Pero no abandoné a pesar de tanto dolor ya que sabía que era lo mejor para mi bebé.
Fue cuando contacté a «La Liga de la Leche». Suena chistoso el nombre, ya me imaginaba con mi capa, volando por la ciudad, defendiendo el derecho de la mujer que decide dar pecho!
Decidí acudir a una asesora, sin ser muy convencida, lo tenía que hacer! Llegó a mi casa Rosy, se quedó casi 3 horas y medio conmigo, analizando mi perfil, él del bebé, de mi parto, de mi pecho, y de la forma de amamantar! Después de 3 horas logró hacerme sonreír mientras amamantaba a mi hijo. Fue un momento increíble. Me enseñoó las posturas correctas, mil trucos… Y a pesar de las grietas no sentía ningún dolor cuando mi bebé se pegaba a mi para comer.
Hoy en día estoy feliz de no haber abandonado!
Un abrazo, y arriba La Liga de la Leche!!